El Dr. Mannava Sivakumar, Consultor senior de la OMM, el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), publicó en el año 2006 un artículo en la revista Applied Meteorology (Meteorología aplicada) sobre la diseminación de la información Agrometeorológica, una perspectiva global en base al análisis de los datos proporcionados por los Servicios Nacionales de Hidrología y meteorología (SNHM) y concluyó que: “el crecimiento de la población mundial, la presión por incrementar y estabilizar la producción agrícola para cubrir la demanda de alimentos acentúa la necesidad de hacer a los recursos naturales más eficientes y al mismo asegurar la conservación del medio ambiente, los SNHM tienen aún mucho que contribuir para encaminar y facilitar las decisiones estratégicas y tácticas para aumentar la producción agropecuaria”. Pero ¿Qué se sabe de los SNHM en cuanto a la difusión de informaciones agrometeorológicas? ¿Estamos en un mejor “estado de arte” de lo discutido por el Dr. Sivakumar en el año 2006?, pues estas preguntas las dejo a su criterio querido lector.
La agricultura es el mayor sector de la economía en la mayoría de los países, sobre todo en países en vías de desarrollo. Las variaciones de clima o de tiempo traen consigo un impacto considerable sobre todo en la planeación de los cultivos (preparación de suelo, siembra, deshierba) y van a ser un factor determinante en la eficacia de la aplicación de cualquier producto sea cual fuere. Es “obligación” del productor conocer o tener una idea concreta y en detalle de las condiciones climatológicas del área, para hacer el mejor uso posible de la tierra que por ahora está disponible para la agricultura. Predicciones de tiempo tempranas (nowcasts) tienen un potencial grande de ayudar a los agricultores a tomar decisiones apropiadas y reducir pérdidas económicas. En el año 2000 Weiss explicó que la información meteorológica podría ser identificada como la piedra roseta para el desarrollo de la agricultura en el siglo 21, y; que esta información, obtenida mediante estaciones, debería ser parte de la información en los libros de campo como parte del proceso de producción, según su estudio existen cinco tipos de servicios agrometeorológicos: a) datos derivados de la climatología (datos históricos); normales climáticas, frecuencias de ocurrencia de eventos, eventos extremos, índices biometeorológicos, deficiencias de suelo, grados día, entre otros, mismos que pueden ser consultados en los servicios nacionales de información en sus boletines mensuales, anuales y mensuales, b) predicción climática, año a año se generan pérdidas por más de 7 billones de dólares por la variabilidad del clima, climas favorables pueden potencializar de gran manera la productividad; se incluyen: decadales, predicciones estadísticas, alertas y respuestas, c) pronósticos medianos y nowcasts; de entre 5 y 10 días son indispensables para la toma de decisiones tácticas, un ejemplo básico es la decisión de la aplicación de fertilizantes y su relación con las lluvias, d) servicios para reducir el impacto de los desastres naturales e incidencia de plagas y e) servicios de vigilancia Agrometeorológica (SVAMET), uno de los servicios más importantes, publicado por Gomes (1998), para mejorar la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria en los países en vías de desarrollo, es necesario alcanzar un SVAMET más eficiente para los agricultores a través del manejo y uso de informaciones y recursos agroclimáticos combinados con el manejo integrado del cultivo.
OPORTUNIDADES
Los SNHM están siendo altamente demandados por la comunidad agropecuaria para entender, de una manera más eficiente y sobre todo adaptativa, la variabilidad de los eventos climáticos y el aumento de la incidencia de los eventos meteorológicos extremos como: sequias, erosión, heladas e inundaciones (eventos fatales para la agricultura). Si bien es cierto se han tenido enormes avances en el análisis de datos y entrega de información, información que sea entendible para el agricultor, aún hay una enorme brecha que cerrar sobre todo en países del tercer mundo lo que implica una oportunidad de mejora para que la información Agrometeorológica sea más accesible y sobre todo útil para la comunidad. En el pasado, la información meteorológica era tomada de forma manual, revisada e impresa en tableros o mapas por los servicios meteorológicos. Los índices calculados por modelos empíricos para darle un cierto valor agregado al dato. Hoy en día contamos con súper computadores y modelos mucho más avanzados para el manejo de los datos, que incluso, son fáciles de manipular mediante programas ofrecidos por ejemplo por la OMM. Las aplicaciones de esta información en la agrometeorología son innumerables, por ejemplo; planificación de uso de suelo agrícola, protección contra eventos extremos, información de tiempo para la protección vegetal, aplicación de informaciones para la fertilización, planificación del riego en base a la evapotranspiración, transporte de las cosechas, etc. Actualmente, el desarrollo de las redes de estaciones automáticas y monitoreo por satélites nos da una herramienta poderosa para el monitoreo del tiempo en tiempo real, imaginemos por un momento lo que podríamos hacer si supiéramos cuando vamos a tener un factor meteorológico adverso para nuestro cultivo, ¿se animaría usted a aplicarlo?
DESAFÍOS
A pesar de que se tiene avances en manejo e interpretación de datos, el principal desafío de los SNHM es la correcta comunicación de los mismos a la comunidad para satisfacer las necesidades de estos. Seminarios y verdadera transferencia de tecnología sobre el catálogo de productos para, sobre todo, pequeños agricultores, retroalimentación sobre la información entregada, para asegurarse que la información que se genera y sobre todo la que se entrega sea útil para ellos. Debido a los altos costos que implicaría la entrega de la información Agrometeorológica sería importante investigar el potencial de una colaboración público-privada.
Diego Portalanza, PhD.
El Dr. Mannava Sivakumar, Consultor senior de la OMM, el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), publicó en el año 2006 un artículo en la revista Applied Meteorology (Meteorología aplicada) sobre la diseminación de la información Agrometeorológica, una perspectiva global en base al análisis de los datos proporcionados por los Servicios Nacionales de Hidrología y meteorología (SNHM) y concluyó que: “el crecimiento de la población mundial, la presión por incrementar y estabilizar la producción agrícola para cubrir la demanda de alimentos acentúa la necesidad de hacer a los recursos naturales más eficientes y al mismo asegurar la conservación del medio ambiente, los SNHM tienen aún mucho que contribuir para encaminar y facilitar las decisiones estratégicas y tácticas para aumentar la producción agropecuaria”. Pero ¿Qué se sabe de los SNHM en cuanto a la difusión de informaciones agrometeorológicas? ¿Estamos en un mejor “estado de arte” de lo discutido por el Dr. Sivakumar en el año 2006?, pues estas preguntas las dejo a su criterio querido lector.
La agricultura es el mayor sector de la economía en la mayoría de los países, sobre todo en países en vías de desarrollo. Las variaciones de clima o de tiempo traen consigo un impacto considerable sobre todo en la planeación de los cultivos (preparación de suelo, siembra, deshierba) y van a ser un factor determinante en la eficacia de la aplicación de cualquier producto sea cual fuere. Es “obligación” del productor conocer o tener una idea concreta y en detalle de las condiciones climatológicas del área, para hacer el mejor uso posible de la tierra que por ahora está disponible para la agricultura. Predicciones de tiempo tempranas (nowcasts) tienen un potencial grande de ayudar a los agricultores a tomar decisiones apropiadas y reducir pérdidas económicas. En el año 2000 Weiss explicó que la información meteorológica podría ser identificada como la piedra roseta para el desarrollo de la agricultura en el siglo 21, y; que esta información, obtenida mediante estaciones, debería ser parte de la información en los libros de campo como parte del proceso de producción, según su estudio existen cinco tipos de servicios agrometeorológicos: a) datos derivados de la climatología (datos históricos); normales climáticas, frecuencias de ocurrencia de eventos, eventos extremos, índices biometeorológicos, deficiencias de suelo, grados día, entre otros, mismos que pueden ser consultados en los servicios nacionales de información en sus boletines mensuales, anuales y mensuales, b) predicción climática, año a año se generan pérdidas por más de 7 billones de dólares por la variabilidad del clima, climas favorables pueden potencializar de gran manera la productividad; se incluyen: decadales, predicciones estadísticas, alertas y respuestas, c) pronósticos medianos y nowcasts; de entre 5 y 10 días son indispensables para la toma de decisiones tácticas, un ejemplo básico es la decisión de la aplicación de fertilizantes y su relación con las lluvias, d) servicios para reducir el impacto de los desastres naturales e incidencia de plagas y e) servicios de vigilancia Agrometeorológica (SVAMET), uno de los servicios más importantes, publicado por Gomes (1998), para mejorar la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria en los países en vías de desarrollo, es necesario alcanzar un SVAMET más eficiente para los agricultores a través del manejo y uso de informaciones y recursos agroclimáticos combinados con el manejo integrado del cultivo.
OPORTUNIDADES
Los SNHM están siendo altamente demandados por la comunidad agropecuaria para entender, de una manera más eficiente y sobre todo adaptativa, la variabilidad de los eventos climáticos y el aumento de la incidencia de los eventos meteorológicos extremos como: sequias, erosión, heladas e inundaciones (eventos fatales para la agricultura). Si bien es cierto se han tenido enormes avances en el análisis de datos y entrega de información, información que sea entendible para el agricultor, aún hay una enorme brecha que cerrar sobre todo en países del tercer mundo lo que implica una oportunidad de mejora para que la información Agrometeorológica sea más accesible y sobre todo útil para la comunidad. En el pasado, la información meteorológica era tomada de forma manual, revisada e impresa en tableros o mapas por los servicios meteorológicos. Los índices calculados por modelos empíricos para darle un cierto valor agregado al dato. Hoy en día contamos con súper computadores y modelos mucho más avanzados para el manejo de los datos, que incluso, son fáciles de manipular mediante programas ofrecidos por ejemplo por la OMM. Las aplicaciones de esta información en la agrometeorología son innumerables, por ejemplo; planificación de uso de suelo agrícola, protección contra eventos extremos, información de tiempo para la protección vegetal, aplicación de informaciones para la fertilización, planificación del riego en base a la evapotranspiración, transporte de las cosechas, etc. Actualmente, el desarrollo de las redes de estaciones automáticas y monitoreo por satélites nos da una herramienta poderosa para el monitoreo del tiempo en tiempo real, imaginemos por un momento lo que podríamos hacer si supiéramos cuando vamos a tener un factor meteorológico adverso para nuestro cultivo, ¿se animaría usted a aplicarlo?
DESAFÍOS
A pesar de que se tiene avances en manejo e interpretación de datos, el principal desafío de los SNHM es la correcta comunicación de los mismos a la comunidad para satisfacer las necesidades de estos. Seminarios y verdadera transferencia de tecnología sobre el catálogo de productos para, sobre todo, pequeños agricultores, retroalimentación sobre la información entregada, para asegurarse que la información que se genera y sobre todo la que se entrega sea útil para ellos. Debido a los altos costos que implicaría la entrega de la información Agrometeorológica sería importante investigar el potencial de una colaboración público-privada.
Diego Portalanza, PhD.